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            La historia está plagada de mitos, leyendas y cuentos que rescatan seres extraños, tanto ficticios como reales. Seres raros, considerados monstruos, desterrados y obligados a existir en los márgenes. Es allí donde pueden disponer de sus cuerpos de forma totalmente autónoma, donde son encarnación radical de libertad, donde encuentran la posibilidad de ser. 

Las artes siempre han mostrado un indudable interés por todo aquello que se mueve en estos territorios marginados; los cuerpos extraños, los fallidos, los incapaces. Esto ha fecundado procesos y búsquedas narrativas que nos señalan que lo humano no puede desligarse de lo bizarro, lo extraño, lo feo y lo monstruoso. No existe al héroe sin la bestia.

Pero, ¿qué es lo que define a algo como monstruoso?, Acaso no es justamente el encuentro con “eso otro”, con lo diverso o extrañado lo que nos permite encuerpar nuestra propia humanidad.

Panoptes es la instal-acción co-creada junto a al artista plástico José Herrera y que conforma el Acto II de la exposición individual de José Herrera en Galería Bibli (Santa Cruz de Tenerife) El Acto II pudo visitarse desde el día 1 al 8 de noviembre. La acción tuvo lugar el 31 de octubre de 2024.

fotografias : Sergio Acosta

​vídeo: Roberto Díaz

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Comentario sobre panoptes:

 

" ¿Y si el `'monstruo’ me mirara extrañado? ¿y si la mirada del desplazado, del enfermo, del impropio, del raro, se clavara en mí? Esta noche somos `ese otro’ en las afueras. Esta noche el afuera urbano desde que el miramos es ahora un espacio inseguro. Porque esta noche cientos de ojos nos miran desde un paisaje que todo lo ve. 

Javier Arozena se mueve en él. Su movimiento arrítmico es inquietante, frágil y emotivo. Vive en él. Lo habita dándole cuerpo y así reclama su pérdida. Él es el guardián que recupera ese espacio físico, pero también enormemente político. 

Dos miradas se cruzan golpeando el cristal de la galería: desde dentro, la instalación de José Herrera coloniza la sala y nos mira desafiante, aguantando la mirada; desde la calle, la nuestra, conjunta, impersonal, crítica, hostil y recelosa. Tal vez porque nos incomoda la sospecha de ser ese monstruo encerrado en nuestros ojos. Tal vez porque ese monstruo nos ha robado nuestro lugar privilegiado. Tal vez porque no queremos mirarnos en este espejo.

En la noche cavernosa, la luz de la galería Bibli brilla aún más. Anhelamos pasear seguros y convencidos de todo por ese adentro que nos ha sido vetado hoy.
"

​Ágata Gómez, @mixdegata

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